SHANGHÁI 11 de abril 2025— La multinacional tecnológica Microsoft ha salido al paso de las especulaciones sobre un posible cierre de sus operaciones en China, tras la difusión de capturas de pantalla que mostraban correos electrónicos de despido masivo por parte de Wicresoft, su mayor proveedor externo en el país asiático. La empresa con sede en Redmond negó categóricamente que planee abandonar el mercado chino, uno de los más estratégicos del mundo digital.
La confusión se desató el pasado lunes, cuando empleados de Wicresoft —compañía especializada en servicios de transformación digital y socio de outsourcing de Microsoft desde 2002— comenzaron a compartir en redes sociales capturas de correos internos que anunciaban una reestructuración drástica. Según el mensaje, la firma cesaría sus operaciones en China a partir del 8 de abril, afectando a unos 2.000 empleados.
Geopolítica y negocios: un equilibrio cada vez más tenso
El correo de Wicresoft atribuye la decisión a “tensiones geopolíticas” y a cambios en el panorama empresarial global, una frase que muchos interpretaron como una señal de una posible retirada encubierta de Microsoft del país. Sin embargo, la aclaración posterior dejó claro que la medida afecta exclusivamente al equipo de proyectos de Microsoft gestionado por Wicresoft, y no a la operación central de Microsoft China.
Microsoft China reafirma su compromiso local
En declaraciones oficiales, Microsoft China reafirmó su permanencia en el mercado chino, donde mantiene operaciones propias, equipos de desarrollo, ventas y alianzas tecnológicas con múltiples empresas locales. La firma ha evitado comentar en detalle sobre las decisiones internas de Wicresoft, pero dejó claro que “la relación estratégica con sus socios externos continúa”.
El caso Wicresoft: más que un proveedor
Fundada en 2002 como una empresa conjunta entre Microsoft y socios chinos, Wicresoft ha sido un pilar en la expansión local de los servicios de Microsoft, ofreciendo soporte técnico, implementación de soluciones en la nube y consultoría digital. Aunque hoy opera como una entidad independiente, sigue siendo vista como un termómetro de los vientos que soplan sobre las relaciones tecnológicas entre China y Occidente.
Rumores y realidades en un entorno sensible
El episodio revela la fragilidad informativa en torno a las operaciones de grandes tecnológicas en China, especialmente en un contexto donde las relaciones entre Washington y Pekín siguen marcadas por restricciones cruzadas, regulaciones tecnológicas más estrictas y una creciente presión por la soberanía digital.
Mientras tanto, la comunidad tecnológica observa con atención los movimientos de empresas como Apple, Google, y ahora Microsoft, cuyas decisiones en el gigante asiático pueden tener ramificaciones globales tanto económicas como geopolíticas.
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