PEKÍN 20 de abril 2025— En un gesto diplomático y estratégico, el director ejecutivo de NVIDIA, Jensen Huang, regresó a la capital china este jueves en su segunda visita al país en lo que va del año, en medio de un contexto cada vez más hostil para la industria de semiconductores. Su presencia cobra especial relevancia tras la reciente decisión del gobierno de EE.UU. de prohibir indefinidamente la exportación de los chips H20 a China, una medida que podría costarle a la empresa hasta 5.500 millones de dólares en pérdidas de inventario y compras comprometidas.
Una visita con mensaje: compromiso a pesar de la presión
Durante su estancia, Huang se reunió con Ren Hongbin, presidente del Consejo Chino para la Promoción del Comercio Internacional (CCPIT), según informó CCTV Finance, el canal financiero estatal. En el encuentro, el ejecutivo reafirmó el “compromiso a largo plazo” de NVIDIA con el mercado chino, destacando que la compañía está trabajando intensamente para ajustar su línea de productos a los requisitos regulatorios tanto estadounidenses como chinos.
“Seguiremos adaptándonos para cumplir con las regulaciones. Nuestra relación con China es de más de 30 años y no termina aquí”, expresó Huang ante los medios estatales chinos.
Restricciones que redefinen el juego tecnológico
La visita ocurre apenas una semana después de que la administración Trump impusiera una prohibición total e indefinida a la exportación de chips H20, una línea desarrollada específicamente por NVIDIA para clientes en China. Estos chips eran vistos como una solución de compromiso que permitía a la compañía seguir vendiendo en el país sin violar las restricciones impuestas previamente por EE.UU. a tecnologías de inteligencia artificial de alto rendimiento.
La nueva normativa no solo bloquea esos envíos, sino que amenaza con fracturar aún más la ya tensa relación tecnológica entre Washington y Pekín, al tiempo que empuja a las grandes firmas de semiconductores a repensar sus modelos de negocio globales.
China, un mercado irrenunciable
Con más de 4.000 empleados en China y una presencia consolidada en ciudades clave como Shenzhen, Shanghái y Pekín, NVIDIA no puede darse el lujo de abandonar el mercado asiático. Además del encuentro con autoridades oficiales, Huang también se reunió, según reportó el Financial Times, con Liang Wenfeng, fundador de la startup de inteligencia artificial DeepSeek, para explorar vías de colaboración en el diseño de nuevas generaciones de chips compatibles con ambas normativas.
IA: el próximo campo de batalla industrial
Consultado por CCTV sobre el impacto de la inteligencia artificial en la productividad, Huang enfatizó que la IA ya está transformando radicalmente sectores como el desarrollo de software, la investigación científica, el diseño de chips y la gestión de cadenas de suministro. “Estamos solo al inicio de una disrupción mayor que también alcanzará áreas como la salud, las finanzas, el clima y la manufactura”, advirtió.
Esta visión refuerza el posicionamiento de NVIDIA como actor central en la revolución industrial impulsada por la IA, aun cuando las fricciones regulatorias amenazan con fragmentar el ecosistema global de semiconductores.
Entre el poder del silicio y las fronteras del comercio
La visita de Jensen Huang a Pekín no es simplemente un acto de diplomacia corporativa, sino una declaración tácita de que, incluso bajo presión, la interdependencia tecnológica entre China y Estados Unidos sigue siendo profunda. En un mundo donde los chips se han convertido en armas geopolíticas, el reto para NVIDIA será continuar innovando mientras navega las aguas turbulentas de las restricciones regulatorias y las rivalidades estratégicas.
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