El futuro de los 76ers pende de un hilo, tras la última caída del equipo en los Play Offs de la NBA.
76ers… La dupla de James Harden y Joel Embiid no consiguió la épica prometida. Por segundo año consecutivo, fueron eliminados en las semifinales de conferencia.
Está vez, el verdugo fue la franquicia de Boston, los Celtics, comandados por un increíble Jason Tatum, que cabe decir, despertó realmente al final de la serie.
La derrota además, marcó un punto y a parte en la historia del equipo de Philadelphia. Simple y sencillamente no son capaces de vencer a los Celtics en Play Offs desde hace años.
No existe una rivalidad con Boston, ellos siempre nos patean el culo. Afirmaba Embiid en conferencia post partido.
Oportunidad desperdiciada.
Y es que, si había un año para que «La barba» y «El proceso» ganarán un anillo era este. Un equipo a la altura que sacó la escoba en su primer serie, un Harden motivado en modo Houston, y un Embiid nombrado MVP de la liga, nada podía salir mal.
Pero si se le quiere agregar más sal a la herida, podemos empezar analizando como literalmente, regalaron una serie que tenían ganada.
Philly empezó dominante, con un James Harden tumbando al TD Garden, con un game winner en el primer juego. Y que se mantuvo relativamente constante en anotación, pero sobre todo en la generación de juego para sus compañeros que se potencian con sus asistencias, tales como Tyrese Maxey, P.J. Tucker o Tobias Harris.
Aún así Celtics logró empatar en Boston y robó el tercer juego en Philadelphia, por lo que todo dependía del decisivo cuarto partido. Mismo que casi se les escapa de las manos, hasta que Harden con una bandeja en los segundos finales empató y forzó la prorroga, misma, que terminó decantándose del lado de los Sixers gracias a un auténtico triplazo también suyo.
Después, con un sólido trabajo en equipo, los Sixers lograron robar el juego cinco en Boston, quedándose con la jugosa oportunidad de poder mandar a dormir a los de verde, de una vez por todas. Spoiler; no lo hicieron.
Un gran partido de Tatum, y un pésimo juego por parte de los Sixers fueron la fórmula del desastre. Ya ni si quiera vale la pena recordar el palizón de 51 puntos cortesía de la estrella de Boston en el último encuentro. Entonces, ¿Qué sigue ahora para la franquicia de Philadelphia?
76ers y sus culpables.
La crítica apunta como los principales culpables a James Harden, Joel Embiid y claro, el entrenador Doc Rivers. Mientras este último tras un par de años de desgracia ya fue despedido, la duda queda ahora en el supuesto MVP, que tan solo firmó 15 puntos en el juego siete, y que aún así culpó directamente a sus compañeros.
No puedo ganar solo, James y yo no podemos ganar solos. Por eso es que el baloncesto es un juego de cinco contra cinco, creo que todos tenemos que seguir buscando maneras de mejorar. Declaró Embiid.
Si bien Harden es el principal responsable de que los 76ers vivieran hasta un juego siete, eso no es justificación para desaparecer en el juego más importante de la eliminatoria. Ahora, con la posibilidad de renovar contrato por poco más de 200 MDD, la barba podría estar interesado en cambiar de camiseta por quinta vez en su carrera, o inclusive, de volver a casa.
Todo esto, debido a que su antiguo equipo, donde pasó sus mejores años y se coronó MVP está muy interesado en su regreso. Los Rockets de Houston podrían ofrecer un contrato similar a la opción de jugador que tiene con Philly.
Y de hecho, el sentimiento es recíproco, Harden tiene negocios y propiedades en Houston, entrena en las instalaciones de los Rockets en verano, y su madre aún vive ahí, por lo que integración al núcleo de jóvenes que tiene actualmente la franquicia tejana no suena descabellado.
¿Harden en Suns?
Por otro lado, la idea de renovar con 76ers e ir por un asalto más, es una opción posible. El equipo eliminó en su primer serie 4-0 a Brooklyn Nets y perdieron en siete juegos con el subcampeón del año pasado, al que además pusieron contra las cuerdas 3-2, no fue un mal resultado, quizá reforzando la plantilla podrán competir hasta unas hipotéticas finales.
Por último se habla de otros equipos interesados en el MVP de 2018. Entre ellos los Phoenix Suns, un tridente de Kevin Durant, Devin Booker y James Harden rima a campeonato, más, si agregamos en la ecuación a Chris Paul y DeAndre Ayton. Solo falta esperar a la agencia libre. ¿Qué opinas tú?
CON LA INFORMACIÓN DE ÁNGEL ZAPATA.