Una «luna azul» no se refiere a un cambio en el color real de la Luna, sino a un término utilizado para describir un evento poco común en el ciclo de fases lunares. Una luna azul ocurre cuando hay dos lunas llenas en un mismo mes calendario. Normalmente, hay alrededor de 29.5 días entre dos lunas llenas sucesivas, lo que significa que en la mayoría de los meses solo hay espacio para una luna llena. Sin embargo, ocasionalmente, debido a la variabilidad de la duración de los meses, puede darse el caso de que haya dos lunas llenas en un mismo mes, y la segunda de estas lunas llenas se llama «luna azul».
Este fenómeno no tiene un impacto directo en la vida de las personas en términos de eventos cósmicos significativos. La luna azul es principalmente una curiosidad astronómica y no tiene ningún efecto real sobre la Luna misma ni sobre la Tierra. No hay evidencia científica sólida que sugiera que las lunas azules tengan un impacto especial en el comportamiento humano o en los eventos terrestres.
Dicho esto, en algunas culturas y creencias populares, se ha atribuido a las lunas llenas en general, y potencialmente a las lunas azules, efectos místicos o influyentes en la conducta humana, como cambios de humor o eventos inexplicables. Sin embargo, esto carece de base científica y suele ser más parte del folclore y la tradición que de la realidad observable.
En resumen, una luna azul es simplemente un término utilizado para describir dos lunas llenas en un mismo mes calendario, pero no tiene un impacto real en la vida de las personas más allá de su interés astronómico y cultural.