Fortalece la SRE lazos de amistad, solidaridad y agenda de trabajo con Colombia y Chile.
La secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena Ibarra, concluyó una gira en la que acompañó al presidente Andrés Manuel López Obrador por Colombia y Chile, entre el 8 y 11 de septiembre, en la que refrendó el apoyo, la solidaridad y la agenda bilateral entre de México y ambos países.
En Cali, Colombia, la canciller y su homólogo colombiano, Álvaro Leyva Durán, suscribieron la Carta de Intención en Materia de Cooperación Bilateral entre México y ese país, a fin de impulsar y ejecutar iniciativas de cooperación internacional para el desarrollo a través de programas, proyectos y acciones que contrarresten las causas que generan la pobreza, y logren mayor integración social y bienestar de los habitantes de ambos países
Para lograr tal propósito, la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid), que encabeza la directora ejecutiva Gloria Sandoval Salas, aportará asistencia técnica y acompañamiento para adaptar los modelos de los proyectos Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro a las políticas públicas colombianas en materia de agricultura sostenible y juventudes.
Previamente, la canciller Bárcena Ibarra participó, con el presidente López Obrador, en la instalación de la “Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas y perspectivas futuras”. Ahí compartió que, en México, la problemática de las drogas se trabaja manera conjunta entre dependencias con un enfoque por la vida, por la paz y por el desarrollo, combatiendo a la delincuencia.
Durante la clausura, enlistó los acuerdos que tomaron las representaciones de los países participantes.
Se trata de construir una visión común a partir de las reflexiones de este grupo y llegar, por cierto, a la Cumbre Internacional de Drogas en 2025 con una visión común.
México y Colombia nos esmeramos por construir un entendimiento, una visión progresista y acciones netamente latinoamericanas y caribeñas sobre esta problemática, añadió.
En su visita a Santiago de Chile para conmemorar los 50 años del golpe de Estado, la canciller acompañó al presidente López Obrador, a una reunión bilateral con el primer ministro de la República Portuguesa, Antonio Costa.
Más tarde, la canciller Bárcena Ibarra formó parte de la Ceremonia Conmemorativa por los 50 años del exilio chileno en México en la Residencia Oficial de México en Chile, en donde el presidente López Obrador y la titular de la SRE recibieron al presidente chileno, Gabriel Boric, y su esposa, como invitados de honor
Esta casa fue escudo contra la muerte y el tormento, fue santuario que salvó vidas y brindó amparo. Voz.
Y por eso, para mí es un honor tan grande recibirlas hoy, en esta que fue mi casa unos meses, ¿verdad?, porque Gabriela Mistral decía algo muy hermoso, ella decía: ‘México es cosa mía ‘, y yo me atrevo a decir: nada de Chile me es ajeno, Chile es cosa mía, dijo ante autoridades de ambos países.
En el evento, el presidente López Obrador, impuso la Condecoración de la Orden Mexicana del Águila Azteca en grado de Insignia a la Senadora Isabel Allende Bussi, hija del presidente Salvador Allende, depuesto por el golpe militar de hace 50 años.
En el último día de gira en Chile, la secretaria Bárcena Ibarra presenció las actividades culturales que se realizaron en la explanada del Palacio de La Moneda, y formó parte de las representaciones diplomáticas a las que el presidente Gabriel Boric agradeció en la conmemoración.
Ahí, los representantes de diversos países firmaron la Declaración de Santiago, un documento que les compromete a continuar la democracia en sus pueblos.
Al término del acto, la secretaria Bárcena Ibarra tuvo un encuentro con la prensa local e internacional, ante quienes destacó su admiración por el presidente Salvador Allende.
Somos grandes admiradores de Salvador Allende y de su legado, porque fue el primer presidente socialista elegido democráticamente, y creo que es, como lo ha dicho el presidente López Obrador, fue un pacifista que trató por las vías electorales y pacíficas lograr una transformación.