¿Es posible atravesar Júpiter?
Júpiter es un gigante gaseoso compuesto principalmente de hidrógeno y helio. No tiene una superficie sólida en el sentido clásico; en cambio, su atmósfera se vuelve progresivamente más densa a medida que uno se adentra en el planeta. Si intentáramos «atravesar» Júpiter en una nave espacial, no podríamos salir por el otro extremo como atravesando una nube. La presión y temperatura extremas convertirían el hidrógeno en un estado metálico líquido a profundidades extremas, creando condiciones insoportables para cualquier nave conocida.
La protección de Júpiter contra impactos
Júpiter actúa como un «escudo» en el Sistema Solar, su enorme gravedad desvía cometas y asteroides que podrían amenazar a la Tierra. El cometa Shoemaker-Levy 9 es un ejemplo notable: Júpiter capturó este cometa y lo fragmentó, causando una serie de impactos en 1994. Este evento permitió estudiar cómo la gravedad de Júpiter puede influir en el destino de objetos del espacio profundo.
Algunos astrónomos creen que Júpiter reduce significativamente la probabilidad de que objetos de la Nube de Oort lleguen al Sistema Solar interior, protegiendo así a la Tierra de posibles impactos catastróficos. Sin embargo, la misma fuerza gravitatoria que puede protegernos también puede enviar asteroides hacia nosotros. Un caso histórico es el del cometa Lexell, que pasó cerca de la Tierra después de ser desviado por Júpiter en 1770.
La atmósfera y estructura de Júpiter
La atmósfera de Júpiter es extremadamente densa y está compuesta principalmente de hidrógeno molecular, helio y pequeñas cantidades de metano y amoníaco. A medida que uno desciende, la presión aumenta drásticamente, llegando a ser miles de veces mayor que la de la Tierra, lo que convierte el hidrógeno en un estado metálico.
En cuanto a su estructura interna, hay evidencia de un núcleo central compuesto probablemente de materiales rocosos y metálicos, rodeado por capas de hidrógeno metálico y líquido. Esta estructura genera un campo magnético extremadamente fuerte, el más potente del Sistema Solar.
La misión Galileo y las sondas espaciales
La sonda Galileo, enviada por la NASA, se sumergió en la atmósfera de Júpiter en 1995. Llegó a unos 120 kilómetros por debajo de la capa superior de nubes antes de ser destruida por la enorme presión y temperatura. Este experimento proporcionó datos cruciales sobre las condiciones atmosféricas del gigante gaseoso.
JÚPITER
Júpiter es un «planeta gaseoso», sin superficie sólida.
Si tomamos una nave hasta este gigante ¿Podríamos caer por un extremo de Júpiter y salir por el otro?
¿Será como atravesar una espesa nube?
¿Es cierto que Júpiter nos protege de impactos?
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— Universo Recóndito (@UnvrsoRecondito) June 11, 2024
Júpiter no solo es el planeta más grande del Sistema Solar, sino que también desempeña un papel crucial en la dinámica y protección del mismo. Su enorme gravedad puede desviar cometas y asteroides que podrían amenazar la vida en la Tierra, aunque también tiene el potencial de enviarlos hacia nosotros. La exploración continua de Júpiter y sus lunas promete revelar más secretos sobre la formación y evolución de nuestro sistema planetario.